En cambio, Lone Star se caracterizan por correr ciertos riesgos estilísticos (que van desde el seguidismo beat de sus inicios hasta la experimentación psicodélica, pasando por flirteos con el Jazz y, sobre todo, con el Folk rock), evolucionando a su manera hasta encontrar (a partir de 1969-71) un estilo propio, adscribible claramente al Hard rock, que les llevará a desarrollar una larga trayectoria y a ser los únicos supervivientes del Boom de los sesentas a lo largo de las dos décadas posteriores (llegando hasta los años ochenta).