El Milan de Gianni Rivera resulta ser demasiado equipo para los jóvenes a las órdenes de Michels, a los que les puede la inexperiencia, la responsabilidad y las triquiñuelas habituales de los italianos. Desde que tocó el primer balón, a muy pocos se les escapó el talento innato del chaval. No descubrimos la penicilina si reiteramos, una vez más y las que hagan falta, que Johan Cruyff ha sido uno de los mejores jugadores de la historia del fútbol, de los más elegantes, de los más desequilibrantes, de los más completos y un revolucionario total. Sus colores blancos, su escudo y los jugadores que los han defendido forman parte de una de las más grandes leyendas del deporte mundial y uno de los clubes más populares, tanto por seguimiento de sus partidos como por número de aficionados. Eso sí, condición sine qua non: con la posesión del balón por bandera. Eso sí, todas en la prórroga.
Hizo del cambio de ritmo un arte, era vertical y nada más que vertical, driblaba con suma elegancia en carrera o en parado, dominador de la bicicleta al iniciar un regate (en eso su compañero Keizer era otro maestro), pisaba el balón como nadie por detrás para cambiar de dirección y dejar sentado al defensa rival, utilizaba las dos piernas por igual, dominaba el juego aéreo tanto por su potencia de salto como por su perfecta técnica al rematar, combinaba con sus compañeros, asistía, bajaba a recibir el balón para subirlo él en persona y, naturalmente, goleaba y goleaba. Su ‘tío Henk’, un amigo de la familia que años después se convertiría en el segundo marido de la señora Cruyff, era el encargado del mantenimiento de las instalaciones y el niño le ayudaba en algunas tareas. Bosz fue fichado por el Borussia Dortmund y el Ajax dio una oportunidad a Marcel Keizer, el entrenador del segundo equipo. El 30 de mayo de 1973, el Ajax derrota a la Juventus por 1-0 en la final de Belgrado ante 90.000 espectadores y certifica la triple corona. La camiseta de la Juventus retoma las rayas de cebra con una visión moderna en forma de pincelada, mientras la segunda equipación se decanta por el azul índigo.
De hecho, a un predecesor de Michels en el Ajax, Jack Reynolds, ya se le reconoce haber puesto en práctica una idea de juego, cuando menos parecida, en los años 30 y 40. Para ello duplicó el número de entrenamientos, de uno a dos, dio una gran importancia a la táctica, potenció las sesiones de fuerza e inculcó a sus hombres un juego ofensivo en equipo que muy bien podría considerarse como un fútbol total, mucho antes de salir a la luz ese término. Sería la quinta en su palmarés al haber estado en las otras cuatro vestido de blanco. Los blancos estrenarán el parche el 20 de septiembre, en la visita a la Real Sociedad en el Reald Arena, tras haber sido suspendida su primera jornada de Liga ante el Getafe por las participaciones europeas de ambos equipos madrileños. Nos ha parecido buena idea reunir en un único artículo todas las equipaciones de los equipos más destacados de Europa. Pero hay muchos más equipos y es más fácil volver para entrenar a otros que a esos dos. El pequeño Johan creció en una modesta familia de Amsterdam y desde que tenía cuatro años se pasaba las horas en De Meer, la sede del Ajax, muy cerca de su casa.
Las equipaciones del Liverpool suelen generar bastante interés, sobre todo tras su salto a Nike. La aportación personal de Rinus Michels al bautizado como Fútbol Total, proyectado por Johan Cruyff, Piet Keizer y sus magníficos compañeros sobre el terreno de juego, condujo al imponente reinado del Ajax en Europa y en los Países Bajos a finales de los 60 y comienzos de los 70. Y decimos ‘aportación personal’, porque aún no queda claro a día de hoy a quién pertenecen realmente los derechos de autor del bautizado como Fútbol Total. Por algo Rinus Michels fue elegido por la FIFA como el mejor entrenador del siglo XX. Un futbolista total como demuestra su legado: 271 goles en 369 partidos con el Ajax en dos etapas diferentes. El Ajax de Rinus Michels y también, por supuesto, la Holanda de Rinus Michels. No olvidamos al equipo que nos ocupa, por supuesto, y cuyo juego fue el que más se aproximó a la perfección. Peter Bosz ocupó su lugar y condujo al equipo a la final de la Europa League en 2017, la primera final continental del Ajax en 21 años.