Barcelona como manager-aún no poseía la licencia de entrenador, la Federación se negaba a tramitarla sin aprobar los cursos pertinentes pese a la experiencia de Johan en la liga holandesa- y lo primero que hizo es dar una rueda de prensa donde dejó claras varias cosas: la primera, el tópico, es decir, “No prometo títulos, sino espectáculo, mi reto es ver el Camp Nou lleno y no vacío, como este año”; la segunda, una profecía que se acabaría cumpliendo: “Tengo la intención de marcar una época excepcional en este gran club que, como digo, es mi casa” y la tercera, un recado para los jugadores: “El presidente es el que paga y quien no esté de acuerdo con él ya se puede ir yendo”. Al día siguiente se pudo leer en la prensa neerlandesa que parecía que ya todo estaba bien con Cruyff, excepto el número 14 en su espalda.
Una novedad absoluta que despertó admiración. Solo aceptaba utilizar la indumentaria realizada por la compañía de las tres tiras, en caso de recibir una compensación económica. Las empresas venían, había promociones… La cual brilló al compás de un seleccionado holandés que brindó destellos que perdurarán en las páginas más importantes de la historia del fútbol. Así las autoridades del club de Ámsterdam tuvieron que dar marcha atrás, Johan terminó vestido de blaugrana. Gerónimo Rulli jugará en el Ajax de Ámsterdam lo que queda de temporada y hasta el 30 de junio de 2026, después de que el club castellonense y la entidad neerlandesa hayan llegado a un acuerdo para su traspaso, cifrado en ocho millones de euros más variables. En esos tiempos, la camiseta no llevaba el logo de la fábrica alemana en el frente, pero sí tenía las tres tiras habituales desde el cuello hasta la manga. El líbero fue una de las figuras del Dream Team y el gran artífice para conseguir la Champions League de 1992. Koeman golpeaba una falta en el tiempo de la prórroga que daba el título a los culés superando a la Sampdoria en Wembley (1-0). En seis años levantó cuatro campeonatos nacionales.
Era la figura principal de la época: fue tricampeón de la Copa de Europa (hoy Champions League) con Ajax entre 1971 y 1973, luego llegó a Barcelona para impedir el descenso y terminó con el título de la Liga de España 1973/74 para cortar una racha de 14 años sin festejos en el club de Cataluña. Era un jugador imparable, ni los alemanes pudieron frenar su talento. Rodeado de gloria a nivel clubes y con la exigencia de reafirmar su talento en el fútbol de selecciones. Sin embargo, se encontró con una respuesta negativa de la Real Asociación Neerlandesa de Fútbol (KNVB). La brillantez de su juego y el extraordinario palmarés que ostentaba pese a su juventud despertó el interés de muchos clubes; fue finalmente el F. C. Barcelona el que lo fichó en 1973 por cien millones de pesetas, una cantidad desorbitada en la época. Cruyff era tenaz. Dentro y fuera del campo de juego. Esa remera funciona como un enlace directo hacia la Copa del Mundo de Alemania 1974, donde La Naranja Mecánica pateó el tablero y realizó un impacto profundo porque desplegó el novedoso sistema de juego llamado fútbol total, que permitía a los jugadores moverse alrededor del campo sin una posición fija.
“Nosotros jugamos el Mundial de 1974, y hacía justamente dos años que el fútbol era profesional. Resolvió con inteligencia, y mucho coraje, como cuando en la cancha era rodeado por muchos marcadores que querían sacarle la pelota. Es que ese equipo marcó un antes y un después, gracias a actuaciones memorables de Cruyff, como en la goleada 4-0 a Argentina en Gelsenkirchen. Y así lo hizo en aquel 1974: “Me negaron mi parte diciendo que la camiseta era suya, y yo les dije que la cabeza era mía. Era un obstinado. Un tipo con fuertes convicciones, que conservaba la coherencia entre sus palabras y sus actos. El conflicto se desató cuando Cruyff se negó a vestir la camiseta que confeccionó la empresa Adidas para Holanda, ya que él tenía un contrato de exclusividad con la marca Puma, que justamente era el principal rival de la otra firma alemana. Cruyff hizo lo contrario. Una campaña maravillosa que estuvo marcada por el liderazgo de Cruyff. Aquel equipo que dirigió Rinus Michels fue subcampeón tras perder la final ante Alemania Federal. El nuevo técnico dirigió únicamente dos sesiones antes de enfrentarse a su primer partido oficial ante el MVV Maastricht en casa, en De Meer.