Lo suyo era arte en movimiento que aprovechaba al máximo los espacios, siguiendo la impronta -belleza en espacios mínimos- de la pintura flamenca de los siglos XVI y XVII o de la ingeniería holandesa, que le había ganado espacios al mar. Como todo nuevo arte acogió a sus predecesores para romper con ellos generando su propio canon: a la belleza de la creatividad técnica innata del fútbol brasileño -que llegó a su apogeo con la canarinha de 1970-, de la mano de técnicos como Rinus Michels y Stefan Kovács y con Cruyff en el campo de juego, el fútbol holandés sumó el manejo de los espacios, el pressing y el flujo ofensivo constante. Nicolás Tagliafico fue el autor de uno de los goles del Ajax, en la victoria por 2-0 ante Zwolle, como visitante. “No es mi función principal en el campo, pero si vienen más goles siempre es una buena noticia para mí y para el equipo”, añadió el marcador de punta, que explicó que “la forma de jugar del Ajax” le posibilita “añadir más características” a su estilo de juego.
Pero, en este juego de faroles, camisetas futbol lo que hizo mover de su postura al Ajax fue el acuerdo del Barça con ‘Torpedo’ Muller. El Ajax xuega nel Amsterdam Arena, inauguráu en 1996 y que cunta con una capacidá pa 52.960 espectadores. El Ajax xugó orixinalmente nun uniforme totalmente negru con una banda colorada arreyada alredor de la cintura de los xugadores, pero esi uniforme puestu foi sustituyíu per una camisa a rayes coloraes y negres con pantalón negru. El club foi fundáu’l 18 de marzu del añu 1900, por Floris Stempel, Carel Reeser y Johan Dade, siendo Stempel el so primer presidente. El club fue fundado el 18 de marzo del año 1900, por Floris Stempel, Carel Reeser y Johan Dade, siendo Stempel su primer presidente si bien sus orígenes datan al año 1894 cuando fue establecido como Football Club Ajax. Después de Ocampos, se trataría de otro regreso a orillas del Nervión tras su salida hace año y medio. El regreso de Cruyff al club en 2011, en calidad de asesor, desembocó en la dimisión en masa de la junta directiva y en la constitución de un organigrama de jugadores.
Sobre todo Cruyff. En el encuentro contra Suecia, dejó confundido a su defensor con el regate que ahora lleva el apellido del holandés. El holandés vivió la misma experiencia transformadora y decisiva de aquellos artistas que reconfiguran sus ideas viendo las obras de los grandes maestros. El Barcelona sondeó la posibilidad de incorporar a De Ligt para reforzar el centro de la defensa, pero la petición de Mino Raiola, agente del jugador, y la intención del central holandés de ganar 11 millones de euros por temporada, frenaron en seco al club azulgrana. El holandés jugó durante tres años en el norte de Londres antes de ser transferido a Barcelona en 2000 para convertirse en el futbolista holandés más caro de todos los tiempos. Keizer jugó un papel importante durante los años de gloria del club de Ámsterdam de los años 60 y 70. Con Johan Cruyff a lo largo de los años y conquistó seis títulos de liga, así como cuatro victorias en la Copa KNVB, tres Copas de Europa y dos Supercopas de la UEFA. La revista alemana Kicker Sportmagazin calificó al Ajax como el segundo mejor club de fútbol del siglo XX.
A los 78 minutos, Keizer bota una falta desde la izquierda, junto al banderín de córner, Cruyff se eleva por encima de la totalidad de los defensas interistas y conecta un cabezazo inapelable que supone el 2-0 y el segundo título europeo para el Ajax. Lo hacían todos, en conjunto, con Cruyff como un titiritero estilizado que marcaba los tiempos y prefiguraba cuál era el espacio donde estar antes que el resto. Gracias al holandés, el balompié dejó de ser un molde de posiciones estáticas y de un código binario táctico que separaba los planes de defensa y ataque como si fueran compartimentos estancos. Pero con Cruyff, sobre todo con el Ajax tricampeón de Europa (1971-1973) se generó un revuelo que rompió con todo lo visto. Así, Ajax alcanzó los 63 puntos y -con un partido menos- le sacó ocho de ventaja al escolta, que más temprano había empatado 1-1 con Feyenoord, de Marcos Senesi y Lucas Pratto. Hasta que se encontraron en la final con el paredón de los anfitriones, que los derrotaron de forma dolorosa: los naranjas empezaron ganando al minuto de juego -con un penal provocado por Cruyff- y terminaron perdiendo 2-1. Las acusaciones de excesiva confianza -y soberbia- de los Oranje, recibieron una respuesta digna del genio de Cruyff: repetía como mantra que todos amaban y recordaban al equipo holandés, pero que pocos, fuera de Alemania, sentían algo por el equipo que los derrotó en la final.
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