La «batalla de la Arada» se libró el 2 de febrero de 1851 cerca de la ciudad de Chiquimula en Guatemala, entre las fuerzas de Guatemala y un ejército aliado de Honduras y El Salvador. La declaración no detuvo a Filísola, que después de ocupar Mejicanos, el 9 de febrero de 1823 tomó San Salvador. Con la capitulación de San Antonio, El Salvador quedó finalmente libre de tropas federales. De igual manera el ayuntamiento de San Salvador había expresado su posición de resolver su destino por medio de un congreso nacional centroamericano, como único facultado para resolver sobre el asunto. Para cesar las hostilidades, se firmó un convenio el 10 de octubre de 1822 entre representantes salvadoreños y del Imperio mexicano, pacto en el que se reconoció la voluntad de las provincias que se habían sometido a México y también a las que deseaban sujetarse a San Salvador. Tras la convocatoria de Filísola, la provincia salvadoreña nombró a sus representantes. Por San Salvador fueron elegidos José Matías Delgado y José Antonio Jiménez y Vasconcelos en calidad de diputados propietarios, y como suplentes Pedro José Cuellar y Juan Francisco Sosa.
Además, Delgado, junto a José Simeón Cañas, Pedro Molina Mazariegos, Francisco Flores y Felipe Vega, habían realizado el dictamen relativo a la independencia absoluta de las provincias del Reino de Guatemala. Mariano de Aycinena y Piñol fue designado el 1.º de marzo de 1827 como gobernador del estado de Guatemala por el presidente de la Federación de las Provincias Unidas del Centro de América, Manuel José Arce. Pero en octubre de 1826 el presidente de la República Federal de Centro América, Manuel José Arce disolvió el Congreso y el Senado e intento establecer un sistema unitario aliándose con los conservadores, por lo que se quedó sin el apoyo de su partido, tercera equipacion ajax el liberal. Su gobernatura fue de índole dictatorial; prohibió la libertad de prensa y el ingreso de libros de tipo liberal a Guatemala. A su paso por Santa Ana, puso en libertad a los Arce, Rodríguez y Lara quienes eran conducidos presos a Guatemala, y al llegar a San Salvador, Barriere dejó el mando de la provincia, y las tropas de voluntarios realistas fueron desarmadas y licenciadas. En aquella reunión presidida por el mismo Gainza, los presentes externaron con libertad su opinión. La opinión que prevalecía en las provincias, a excepción de Guatemala, era el sistema federal similar al de los Estados Unidos.
De esta época datan retratos en miniatura del artista Francisco Cabrera de las damas que pertenecían al Clan Aycinena. El general Arzú fingiendo enfermedad huyó a Guatemala, dejando sus tropas bajo el mando del teniente coronel Antonio de Aycinena. El 9 de octubre Aycinena se vio obligado a rendirse. Fue el 20 de octubre de 1944, cuando ocurrió un levantamiento popular, donde participaron: abogados, maestros, obreros, estudiantes universitarios y una parte del Ejército. Al saber de los sucesos en San Salvador, el 27 de octubre la Junta Consultiva nombró a José Matías Delgado como Intendente de la provincia, para que calmase los ánimos y asumiera «el mando político y obrar en lo militar como lo exigieran las circunstancias». La infancia de Johan Cruyff, Jopie según le llamaba cariñosamente su madre, estuvo ligada a un balón de fútbol y al Ajax de Ámsterdam, pues con solo diez años fue escogido entre otros 300 niños para formar parte de las categorías inferiores del club.
Precisamente, Gaínza supo de la invitación de Iturbide el 27 de noviembre para que el Reino de Guatemala formase, junto a México, «un grande imperio», ya que Guatemala, según reporta Alejandro Marure, «se hallaba todavía impotente para gobernarse por sí misma». El capitán general Gaínza entonces, atendiendo este llamado, reunió una junta de notables compuesta por el señor arzobispo, diputados, jefes militares, los prelados de las órdenes religiosas, y empleados de hacienda. Días antes, y en vista de la situación inestable en las provincias, el gobierno presidido por Delgado había enviado una invitación a las Provincias de León y Comayagua el 25 de diciembre de 1821 para unirse a San Salvador y así formar una especie de «entidad tripartita». En el 2004, la situación había empeorado con la salida de la mayoría de los jugadores que en ese momento habían sido contratados y de los baluartes en el 2002-03. El club terminaría en un histórico «último lugar» en la tabla de posiciones y se salvó del descenso. Durante su historia, la entidad ha visto cómo su denominación variaba por diversas circunstancias hasta la actual de Real Club Celta de Vigo, S. A. D., vigente desde 1992. El club se fundó con el nombre de Club Celta tras la fusión en 1923 de varios clubes de Vigo.