Enrique Peralta Azurdia derogó la Constitución Política de la República, disolvió el Congreso, prohibió la asociación política y bloqueó absolutamente a la izquierda de toda actividad política, incrementando su persecución. Ydigoras Fuentes ordenó reprimir las protestas; se declaró estado de sitio, se impuso toque de queda y se inició la persecución y matanza. Al día siguiente, la madrugada del 30 de marzo de 1963 Miguel Ydígoras Fuentes fue derrocado por su Ministro de Defensa, el Coronel Enrique Peralta Azurdia, quien inmediatamente declaró estado de sitio y, pensando en que el triunfo electoral de Juan José Arévalo era seguro e inevitable, anuló las elecciones de 1963 acusando a Ydigoras de estar a punto de entregar el poder en las manos del enemigo. Ydigoras lanzó un comunicado en el cual atribuía los disturbios a los comunistas y llamaba a la población a no permitir que el «comunismo» volviera a «ensangrentar» a Guatemala. La práctica procede de los contables italianos que usaban tinta roja para indicar las deudas y tinta negra para indicar los haberes. No obstante la persistencia de las protestas, la clave para la permanencia de Ydígoras en el poder fue el papel desempeñado por las fuerzas armadas.
Esto dio ventaja a las fuerzas de seguridad y terminó por romper la resistencia de la población. Los estudiantes de los institutos públicos de nivel medio acuerparon las protestas y sufrieron la mayoría de las bajas. De tal cuenta, al crecer las protestas, altos oficiales buscaron contacto directo con los estudiantes para planificar la transición pos Ydígoras. Estando el gobierno de Ydígoras en la cuerda floja, este para calmar los ánimos, autorizó que el expresidente, el socialista Juan José Arévalo, líder alrededor de quien se unificaba toda la izquierda, regresara al país y fuera candidato para las elecciones de 1963, y así pudiera ser electo presidente para el periodo 1964-1970. La cúpula del Ejército de Guatemala y las clases altas más conservadoras de la sociedad se opusieron rotundamente, temiendo la posibilidad de que se repitiera la experiencia de 1944-1954. A finales de marzo, los rumores de que Arévalo ingresaría al país arreciaron.
La rebelión popular fue sofocada y al final de la revuelta el saldo era de decenas de muertos y heridos, centenares de capturados y muchos otros expulsados del país. Con el golpe de Estado de 1963, el Ejército de Guatemala, como institución, asumió el control absoluto del Estado, implantando así una dictadura militar, y se comprometió a aplastar de una vez por todas a la insurgencia, especialmente a la guerrilla que estaba atacando en el oriente del país. Fueron las primeras jornadas de lucha masiva, desde el golpe contrarrevolucionario de 1954. Los estudiantes, utilizando únicamente palos, piedras y algunas bombas Molotov, detuvieron los avances de las fuerzas públicas. Las protestas se extendieron al interior del país, Chiquimula, Jutiapa, Retalhuleu, San Marcos, Huehuetenango y principalmente a Quetzaltenango, el segundo centro de protesta estudiantil. Lo más destacado de este hecho fue que hizo estallar la preinsurrección en la Ciudad de Guatemala, y como consecuencia de la represión, los estudiantes abandonaron la protesta social y la movilización de las masas como vía para cambiar el sistema corrupto y antidemocrático y en adelante, se unirían a la lucha armada guerrillera, principalmente los estudiantes de la Universidad de San Carlos de Guatemala. Un año más tarde, la alegría no se hacía esperar, ya que el mismo Trivisonno integra el plantel argentino que se coronó por primera vez como campeón de Mundo, en el Mundial realizado en la Provincia de San Juan.
↑ «Murió el padre de Juan Martín del Potro». El jugador, como muestra de su gran afecto y afición al club, acudió al encuentro que supuso además el regreso al Santiago Bernabéu de su ex-compañero y gran amigo Martín Vázquez, que militaba en el equipo italiano. Di Stéfano contaba que de chico era fanático de la delantera de Erico, Sastre y De la Mata, agregando incluso que Arsenio Erico fue el mejor jugador que vio jugar alguna vez. Una vez montada la junta de gobierno, conformado por el general Ríos Montt, el general Horacio Maldonado Shaad y el coronel Francisco Luis Gordillo -quien luego participó en política con su propio partido político, el Movimiento Emergente de Concordia (MEC), y fue parte de la Comisión Nacional de Reconciliación en 1990- anunció que convocaría nuevas elecciones, pero no precisó la fecha. La respuesta de los dirigentes civiles y profesionales universitarios fue de que no se consideraba viable el camino de la revolución armada para resolver los problemas nacionales, que los componentes de la URD se encaminarían por las vías institucionales, jurídicas y cívicas para asumir el poder sin derramamiento de sangre de ningún guatemalteco.